
El diálogo entre pueblos y comunidades indígenas, con la institucionalidad del estado debe ser sobre la base de una agenda y no por coyunturas. Por ello es tarea desde cada comunidad preparar nuestra agenda con identidad y con prioridades estratégicas, para que el dialogo con el estado ayude a resolver los requerimientos de nuestra agenda y no simplemente una formalidad o distracción.
La agenda comunitaria debe reflejar de alguna manera el día a día, desde las familias hasta lo comunitario. Debe ser una agenda fruto de la conciencia colectiva y en consecuencia debe ser participativa de la comunidad, donde las autoridades tradicionales, abuelos, hombres y mujeres, jóvenes y niños sean partícipes activos.
La definición de políticas comunitarias con fuerza identitaria, exige nuevos retos que superen el individualismo y todas las prácticas que van en contra de la tradición y las costumbres espirituales. En ese sentido las políticas propias de los pueblos y comunidades indígenas deben tener en cuenta lo siguiente:
- Identidad cultural alrededor de las tradiciones, espiritualidades, habilidades y manifestaciones de cada uno de los pueblos.
- La identidad territorial que define nuestro sentido de pertenencia como hijos de la madre tierra con todos los argumentos que cada pueblo ha desarrollado sobre el tema. En nuestros territorios cada lugar, cada sitio no solo tiene un nombre sino ante todo tiene una explicación, una historia.
- La identidad política que está referida al gobierno propio de cada pueblo, donde las buenas “costumbres” son nuestra propia norma. Pero sobre todo a los principios de vida que en la visión de cada pueblo se da como fundamento de su existencia.
Estas tres identidades son el pilar del Pensamiento Mayor y consideramos que deben orientar la ruta en la construcción de la Agenda propia según el Pensamiento Mayor de cada pueblo. Se trata entonces no solamente de construir un documento, sino de generar un proceso vivencial con identidad donde se pueda reconstruir conceptos, símbolos, prácticas; instituciones y sistemas de conocimiento en concordancia con el Pensamiento Mayor.
Por otro lado, se requiere tener en cuenta el proceso evolutivo de nuestros pueblos en cuanto a formas y medios, pero los principios en su esencia deben permanecer y fortalecerse. Es decir que lo esencial del Pensamiento Mayor no se puede transformar.
Si consideramos la agenda propia como el conjunto de tareas alrededor de lo propio, entonces ella debe ir precedida por una POLITICA PROPIA, entendida esta como la voluntad y la decisión comunitaria alrededor de lo propio. Esta a su vez debe diferenciarse de las políticas públicas (institucionales) que, aunque están referidas a los pueblos indígenas, no dejan de ser instrumentos de dominio externo.
Si los pueblos indígenas retomamos la política propia alrededor de decisiones entorno a lo propio, podemos argumentar sobre NUESTRA IDENTIDAD POLITICA; y si fundamentamos en las tradiciones como fuente de nuestra norma propia, podemos argumentar NUESTRA IDENTIDAD JURIDICA.
Tanto las normas institucionales como los recursos económicos, son medios externos que deben contribuir al fortalecimiento de la Agenda Propia en tanto se haga un aprovechamiento estratégico de los mismos; pero en ningún momento la materialización de la agenda propia puede depender en su totalidad de los medios externos.