El Archipiélago de San Andrés vuelve a ser azotado esta vez por el paso del huracán Julia
“La noche de este sábado 8 de octubre, el huracán julia golpeó al archipiélago de San Andrés, dejando daños que a pesar de ser “leves” según el balance de las autoridades de gestión del riesgo quienes estuvieron monitoreando el paso del fenómeno natural, recuerdan la tragedia que dejó a 61.000 damnificados en el año 2020”

A tan solo dos años del huracán Iota, la isla de San Andrés y Providencia vuelve a estar en alerta máxima, ahora por el paso del llamado huracán julia. Este huracán de categoría 1 en la escala de Saffir-Simpson, tocó territorio colombiano entre las 7 y 9 de la noche de este sábado. Recordemos que la categoría 1 es la menos intensa (vientos de 119 a 153 km/h); la categoría 5 es la más intensa y que causa desastres totales (vientos mayores a 250 km/h).
Momentos angustiantes vivieron los habitantes de la isla con el paso del huracán julia, con fuertes lluvias y una brisa indomable, recordaban aquel 16 de noviembre cuando la llegada del huracán Iota de categoría 5, desaparecía a San Andrés. Muchos sentían esa intranquilidad debido a los hechos que como una historia de terror no querían volver a repetir.
A pesar de este golpe el cual ha sido progresivo volverse a recuperar, el huracán Julia impactaba esta vez siendo de categoría 1. El gobernador de San Andrés aseguró que el hecho, aunque los tenía muy angustiados, agradecen que se haya formado estando encima de la isla, ya que su velocidad era de 30 kilómetros por hora, hecho que permitió que todo se sintiera muy rápido.

Angustiante fue el periodo de coletazos que sintieron todos los turistas y ciudadanos desde las 7:30 de la noche, hasta las 11, daños por doquier se evidencian, la zona turística de San Andrés no se escaparon de la vegetación, las ramas se siguen adueñando de la isla , fuertes lluvias se apoderan e inundan las calles, sus habitantes han pasado en vela, la imagen de árboles caídos y techos por el suelo es reiterativa. sin embargo, a las 2 de la mañana de este domingo 9 de octubre la brisa se aplacó.

De acuerdo con el más reciente reporte de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD, se confirma que el paso del huracán dejó a 25 personas y cinco familias afectadas, además de cinco viviendas sin techo, cuatro inundaciones y la caída de cuatro árboles.

Según fuentes, ante la situación desde el sábado hay un despliegue de uniformados los cuales están brindando acompañamiento permanentemente a los refugios habilitados, se están trasladando especies a diferentes albergues y se realizan patrullajes preventivos en el sector del comercio para evitar el hurto a los establecimientos.
Así mismo, fuentes aseguraron que, en la mañana de este domingo, 44 personas aún permanecían en los seis refugios que fueron habilitados en San Andrés: dos están en las instalaciones de Punto Vive Digital, cinco personas en la casa Lúdica de El Cove, ocho en el colegio Bolivariano, 12 en el colegio Flowers Hill y 12 personas en la iglesia San Francisco de Asís.
A su vez, el presidente Gustavo Petro hace presencia en San Andrés con Javier Pava, Director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres; y las Ministras de Ambiente, Susana Muhammad; Vivienda, Catalina Velasco; y de Salud, Carolina Corcho, con el fin de evaluar los daños causados y el sistema de prevención y resiliencia de la Isla.

Con esta visita se manifiesta que la cartera de Ambiente y Desarrollo Sostenible trabajará en conjunto para entregar soluciones que aporten a la rehabilitación de los ecosistemas. Una de las primeras acciones se centra en los institutos de investigación del sector ambiente, que acompañarán el diagnóstico de afectación en los ecosistemas insulares (manglares, arrecifes de coral, pastos marinos, bosque seco tropical y cuerpos de agua de la isla). Además de ese diagnóstico, se evaluará qué tan efectivas fueron las medidas que se tomaron de las consecuencias del huracán Iota y se establecerá una mesa de trabajo para avanzar en temas de resiliencia climática de la isla.
Hoy, desde Autoridades Tradicionales Indígenas de Colombia-Gobierno Mayor, nos solidarizamos con la comunidad raizal, a los damnificados de la Guajira y todas las familias que lamentablemente han sido afectados por el paso de este fenómeno. Sabemos que no ha sido fácil recuperarse de los golpes que ha tenido la isla a causa de la fuerza y las manifestaciones de nuestra Madre Tierra. Siendo así, hacemos un llamado y reiteramos la importancia de que el Gobierno Nacional aceleré la construcción de las viviendas afectadas por el pasado huracán y se brinden las garantías y el acompañamiento a las familias hoy afectadas con el paso del huracán julia.
Según los informes preliminares de la Defensoría del Pueblo en otras zonas del país también se reportaron graves afectaciones. Señalan que en La Guajira se registraron daños materiales en por lo menos 528 viviendas, que dejaron al 80% de las familias afectadas e incomunicadas en el Municipio de Uribía; en Riohacha el Huracán Julia afectó a más de 800 familias por la inundación de 25 barrios y según los datos iniciales se reportan 4.000 damnificados, informó el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, solicitó a las autoridades nacionales, regionales y municipales para que atiendan con igual urgencia a los afectados que dejó este fenómeno natural en otras zonas del país
El domingo 9 de octubre, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), confirmó que el huracán Julia se aleja de San Andrés y Providencia y se dirige a las costas de Nicaragua. No obstante se realizan las siguientes recomendaciones:
RECOMENDACIONES PARA LA ZONA MARÍTIMA DEL CARIBE COLOMBIANO
– Activar y reforzar las medidas de prevención orientadas a la reducción de los riesgos causados por esta clase de eventos, tanto a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y a los consejos departamentales y municipales de la región Caribe, así como del archipiélago de San Andrés, Providencia, Santa Catalina y los cayos para que, junto con las comunidades, se tomen las medidas necesarias a fin de evitar pérdida de vidas humanas y bienes materiales.
– A los consejos municipales y departamentales de gestión de riesgo les aconsejamos considerar estas condiciones y los posibles riesgos asociados a incremento del oleaje y del viento, reducción de la visibilidad para navegación del área y marítima, fuertes lluvias y tormentas eléctricas.
– Para los operadores de pequeñas embarcaciones, turistas y pescadores, se les aconseja seguir de cerca la evolución diaria de las condiciones meteorológicas y marinas. De igual manera, es importante que atiendan las recomendaciones emitidas por las Capitanías de Puerto.
– Hacer el monitoreo y aseguramiento de la infraestructura que pueda ser afectada por vientos fuertes.