
La autoridad de una comunidad debe ser capaz de escuchar con tranquilidad cualquier recomendación, observación u objeción; de igual forma es capaz de aceptar y enmendar cualquier equivocación; pero sobre todo no espera elogios de los demás ni asume triunfalismos por sus logros.
En los pueblos indígenas el liderazgo lleva consigo una dosis de sacrificio (no de privilegios) que se asume con sentido de vocación y aprendizaje. Liderar es de alguna manera hacer pedagogía práctica en una determinada actividad. Así mismo el liderazgo natural lleva consigo una dosis de paciencia y serenidad para afrontar las complejidades de las diferencias, asumiendo que en una comunidad por pequeña que sea numéricamente, cada miembro es un mundo diferente en sus capacidades, intereses y expresiones. Si algo debe caracterizar un líder o lideresa natural es la capacidad de mediar y conciliar cuando hay conflicto de intereses.
El líder o lideresa natural lleva una palabra dulce para orientar, aclarar, enseñar; debe sembrar desde la palabra de manera tal que nazcan nuevos liderazgos; debe ganarse la confianza de los demás por medio de sus actos.
Finalmente, el líder o lideresa natural necesita constantemente la protección espiritual o energética, que emana del universo y actúa directamente en la persona, por eso evoca constantemente la energía superior según la tradición de cada pueblo. Ese liderazgo natural de quien lo ejerce es lo que finalmente conduce al reconocimiento por parte de la comunidad como autoridad, que a su vez se guía con el bastón de los buenos pensamientos.
Cada pueblo en la medida en que conserve elementos de sus tradiciones y costumbres, guarda en su memoria los elementos de su propio gobierno. Igualmente, cada pueblo, en la medida en que ha adoptado la figura colonial del cabildo como autoridad y alrededor del cual ejerce gobierno; ejerce un derecho organizacional que en la mayoría de los casos ha sido una forma de resistencia.
En todo caso es necesario tener conciencia sobre el tipo de estructura que hoy cada comunidad tiene y alrededor del cual ejerce su gobierno. La estructura del Cabildo que se instituyó en muchas comunidades desde los inicios del siglo XX es la figura de autoridad indígena a quien se le reconoce la representación legal para intervenir ante la institucionalidad del estado.
Es necesario que las comunidades diferenciemos entre las estructuras o pilares propios con los que anteriormente se ejercía gobierno propio y las estructuras apropiadas mediante las cuales se intenta ejercer gobierno propio. Como sea las estructuras apropiadas (cabildos o capitanía u otros), ya hacen parte del legado del último siglo y en consecuencia no podemos desconocer su papel dentro del ejercicio de nuestra gobernanza.
En efecto, se requiere que los pueblos y comunidades hagamos constantes reflexiones sobre el estado y funcionalidad de las actuales estructuras de autoridad con que contamos y en qué medida está contribuyendo a la conservación y fortalecimiento de lo propio y en qué medida contribuye al dialogo con la institucionalidad.