“Nuestros abuelos nos han dejado el legado de la protección y es nuestra fe puesta en los rezos a nuestros ancestros”
Por: Adriana García
El Pueblo Sikuani, conserva diversas tradiciones culturales, y dentro de la comunidad los rezos y los sueños son elementos imprescindibles de su cotidianidad, es a través de ellos, médicos tradicionales, el Gobierno propio, su Guardia Indígena, y ancianos, que fortalecen todo su sistema de creencias.
Y hablar de los personajes que hacen el día a día memoria en su territorio, es entender al misticismo, a los designios de los dioses, la existencia, a predecir su futuro y echar mano a sus saberes ancestrales, sus mensajes están cargados de los propósitos de los espíritus quienes con sabiduría les comunican si es día de cosecha, si es día apropiado para viaje, si es probable que haga buen tiempo, o simplemente si es momento de tomar una buena decisión.
Para adentrarnos en lo más profundo de sus creencias, la llanura colombiana nos abre sus puertas desde el Resguardo Metiwa Guacamaya y Duvan Ponare perteneciente a la Guardia Indígena de Cumaribo Vichada manifiesta con mucho orgullo ese legado de los ancestros, a lo lejos se les ve cargar unos collares de dientes de zahíno, de jaguar, las pepas de cumare rellenas de plantas medicinales, las plumas de tucán y guacamayas que son fiel muestra de que las simbologías son sinónimo de que su fe está más que materializada.
“Cuando rezamos el colmillo de Jagua es estar protegido en el camino y ante cualquier amenaza, las personas que vengan con malas intenciones no pueden hacernos daño”.

Y es que los chamanes son uno de los personajes más representativos de la comunidad, sus creencias son tan firmes que cuando las personas llegan con armas al territorio y pretenden accionarlas las fuerzas de los ancestros bloquean esas malas intenciones.
“Nosotros nos hemos salvado en los combates, por eso cuando salimos tenemos que ir a donde el Chamán, es nuestra defensa y como si fuera el corazón de uno, ellos hasta nos pueden prevenir de peligros”
Un Chamán puede hacer el bien, pero también en el peor de los casos, el mal. Son curanderos, rezanderos y sanan a las personas desde la fuerza espiritual, poniendo en práctica esa sabiduría ancestral, contando cada uno con su propia defensa, lo cierto es que son los personajes más destacados de las creencias que se pueden encontrar en cada rincón de la comunidad Sikuani.
Creen en un Dios supremo y creador, estos indígenas llaneros manifiestan que los animales se convirtieron en los hombres después de la primera generación, para dar prueba de ello, la manifestación de sus ancestros es vivificada por medio de la naturaleza y sus diferentes formas de expresión.
“Usted sale en las mañanas y si se encuentra en el camino el cóndor Kotsala y esta silbando, significa que va a tener un buen día, pero si se tropieza con el pie izquierdo algo malo va a pasar, normalmente los pájaros nos siguen y ahí vemos como nuestros ancestros nunca se han ido y nos están cuidando”
Sus antepasados son la base de su identidad, se sienten protegidos ya que cuando es necesario tomar una decisión los espíritus se comunican y materializan los mensajes por medio de mayores, chamanes o la madre naturaleza. Incluso, hay quienes dicen que los Resguardos están llenos no solo de Sikuanis, historias por contar, tradiciones que mostrar, sino espíritus guardianes que rondan cada esquina de estos maravillosos pero mágicos territorios ancestrales.
“Aquí le ponemos mucho cuidado a los sueños, nuestros ancestros suelen comunicarnos por sueños, nos visitan y cuidan el resguardo, acá usted nunca se va a sentir solo, cuando usted tiene alguna pregunta tenemos un rezo que nos da el chamán para preguntarle a los espíritus”
Sin lugar a duda, esta comunidad genera cualquier tipo de curiosidades entre las personas que tienen la posibilidad de visitar estas tierras de la Región de la Orinoquía, ya que encontraran diferentes historias que incluso relatan el origen de diversos mitos que son la respuesta a muchas de sus tradiciones, creencias y presagios que son prueba fiel de que la llanura esconde un escenario que trasciende entre lo espiritual y lo sagrado como base fundamental en la existencia de la etnia Sikuani.