Embera Chami

Ubicación

La mayor parte de su población, habita en el alto río San Juan en los municipios de Pueblo Rico y Mistrató ubicados en el departamento de Risaralda. El segundo núcleo de población Chamí se encuentra en los ríos Garrapatas y Sanquininí, municipios de Dovio y Bolívar, departamento del Valle del Cauca y en el resguardo de Cristianía, municipios de Jardín y Andes en el departamento de Antioquia. También se encuentran asentamientos Chamí en los departamentos de Quindio, Caldas, el Valle del Cauca y en el Caquetá.

 

La comunidad indígena de los Embera Chamí se encuentra asentada principalmente en los departamentos de Caldas y Risaralda, aunque existen algunas familias en Quindío. En Caldas, los resguardos de los Embera Chamí están ubicados principalmente en los municipios de Belalcázar, Riosucio y Supía, siendo el segundo el municipio donde habitan la mayoría de la comunidad, se ubican en los resguardos de La Montaña, Cañamomo – Lomaprieta, San Lorenzo y Escopetera Pirza.

 

En Risaralda, los Embera Chamí están asentados en los municipios de Marsella, Mistrató, Pueblo Rico y Quinchía. En esta zona, los territorios que habitan son pequeños bosques naturales, con poca posibilidad de producción, lo que repercute en la capacidad de esta comunidad para satisfacer sus necesidades alimentarias.

 

 

 

Población

El Censo DANE 2005 reportó 233.052 personas auto reconocidas como pertenecientes al pueblo Zenú, de las cuales el 51,6% son hombres (120.181 personas) y el 48,4% mujeres (112.871 personas). El pueblo senú se concentra en el departamento de Córdoba, en donde habita el 61,6% de la población (143.457 personas). Le sigue Huila con el 34,7% (80.830 personas) y Antioquia con el 2,8% (6.594 personas). Estos tres departamentos concentran el 99,1% poblacional de este pueblo. Los senú representan el 16,7% de la población indígena de Colombia. La población senú que habita en zonas urbanas corresponde al 34,1% (79.402 personas), cifra superior al promedio nacional de población indígena urbana que es del 21,43% (298.499 personas).

La comunidad indígena de los Embera Chamí se encuentra asentada principalmente en los departamentos de Caldas y Risaralda, aunque existen algunas familias en Quindío. En Caldas, los resguardos de los Embera Chamí están ubicados principalmente en los municipios de Belalcázar, Riosucio y Supía, siendo el segundo el municipio donde habitan la mayoría de la comunidad, se ubican en los resguardos de La Montaña, Cañamomo – Lomaprieta, San Lorenzo y Escopetera Pirza.

En Risaralda, los Embera Chamí están asentados en los municipios de Marsella, Mistrató, Pueblo Rico y Quinchía. En esta zona, los territorios que habitan son pequeños bosques naturales, con poca posibilidad de producción, lo que repercute en la capacidad de esta comunidad para satisfacer sus necesidades alimentarias.

Reseña etnohistórica

Los Embera Chamí “fueron en sus orígenes un grupo nómada dedicado a la caza, la pesca y la recolección”. Antes de la colonización de sus territorios, este pueblo presentaba dentro de sus dinámicas sociales una fuerte relación con la tierra. La tierra era la base de la existencia de la comunidad, no existía la concepción de propiedad o de valor económico sobre ella y los diferentes grupos reivindicaban el usufructo de los recursos naturales para la supervivencia de las comunidades. El carácter colectivo de la tierra cohesionaba el valor de pertenecer a una comunidad y trabajar para ella.

 

La estrecha relación del Pueblo Embera Chamí con la tierra empezó a desintegrarse con el inicio del proceso de conquista española y que desembocó en el abandono forzado de las tierras con las que habían creado esa relación y su reemplazo por territorios de selva húmeda, con suelo, clima y productividad diferente. Estas circunstancias redujeron la disponibilidad de los recursos que ofrecía la tierra y transformaron las dinámicas internas de las comunidades, incorporando la noción de propiedad no colectiva y con ésta, una nueva estructura de grupo.

 

Una vez asentados en sus nuevos territorios, surge la propiedad familiar sobre los terrenos destinados para la producción agrícola y se mantiene la propiedad colectiva sobre los sectores de caza, pesca y recolección de los frutos de los bosques. Si bien la propiedad familiar se posicionó para los Chamí como la unidad básica de organización social, la vida en comunidad continuó para reforzar la resistencia a la pérdida de territorios.

 

El pueblo Embera Chamí, continúa sufriendo estos cambios con el avasallador proceso de colonización de la sociedad mayoritaria colombiana finalizando el siglo XIX y durante el siglo XX.

 

Este grupo se destaca por la dispersión de sus asentamientos ubicados sobre las cuencas de los ríos, en donde han desarrollado por cientos de años una cultura adaptada a los ecosistemas de selva húmeda tropical. Habitan en tambos rectangulares construidos en guadua, separados entre sí y ocupados por varias generaciones de una familia extensa.

 

Actualmente los planes de vivienda impulsados por las entidades gubernamentales y religiosas, han propiciado la nucleación de sus asentamientos. Hoy en día son comunes las veredas conformadas por varias viviendas, una casa comunal -donde está el cepo- y una escuela.

 

Los Chamí comparten la historia prehispánica y colonial de los Embera, caracterizada por su continúa resistencia a las incursiones conquistadoras hasta el siglo XVII, cuando la mayoría de los pueblos huyeron hacia las selvas. En el proceso de asentamiento en su actual territorio, han estado en permanente contacto con poblaciones mestizas y afrocolombianas con las que comparten su área de ocupación, así como con otros actores de la sociedad mayoritaria que han configurado la dinámica social y económica de sus asentamientos.

 

Durante las últimas décadas han enfrentado el problema de la reducción considerable de sus territorios debido a la expansión de la frontera agrícola, así como el deterioro de sus suelos; estos fenómenos han propiciado transformaciones en su patrón de residencia y explotación del medio ambiente.

Cultura, cosmovisión, usos y costumbres

La parentela, base de la organización social, está integrada por el padre, la madre, los hijos de la pareja y sus respectivas familias. La autoridad la ejerce el jefe de familia, generalmente una persona mayor. Su organización política recae en el cabildo, figura que, a pesar de ser esencial para las relaciones externas de la comunidad, no ha desplazado el poder de las autoridades tradicionales para establecer formas de control social. Al igual que para los demás grupos Embera, el Jaibaná, hombre o mujer, tiene una función de gran importancia en el manejo de la vida mágico-religiosa del grupo.

 

Reconocen la figura del cabildo como base de su organización política, hay cabildos mayores y cabildos menores los cuales se reúnen en asambleas cuando se deben tomar decisiones sobre el pueblo, sin embargo, también se reconocen a las autoridades tradicionales como líderes que establecen formas de control social.

 

Economía

El sistema de producción se basa en la agricultura de selva tropical, en parcelas donde cultivan café, cacao, chontaduro, maíz, fríjol y caña de azúcar, entre otros productos. Además, practican la caza, la pesca, la recolección y en menor medida, la extracción de madera y oro.

Territorio

El patrón disperso de asentamiento de los pueblos Embera los ubica en diferentes departamentos del territorio colombiano, y en asentamientos en los países de Panamá y Ecuador.

 

En su mayoría los Chamí habitan cerca al alto río San Juan (municipios de Pueblo Rico y Mistrató del departamento de Risaralda), en el curso del río Garrapatas y Sanquinini (municipio Dovio y Bolívar del Valle del Cauca); y en el resguardo indígena de Cristianía en Antioquia. De igual manera hay asentamientos en los departamentos de Quindío, Caldas, Valle del Cauca y Caquetá.

 

Dentro de la concepción que todos los grupos Embera tienen del territorio, se identifica una cartografía social y sagrada dentro de sus territorios:

Organización social y política

La parentela, base de la organización social, está integrada por el padre, la madre, los hijos de la pareja y sus respectivas familias. La autoridad la ejerce el jefe de familia, generalmente una persona mayor. Su organización política recae en el cabildo, figura que a pesar de ser esencial para las relaciones externas de la comunidad, no ha desplazado el poder de las autoridades tradicionales para establecer formas de control social. Al igual que para los demás grupos embera, el Jaibaná, hombre o mujer, tiene una función de gran importancia en el manejo de la vida mágico-religiosa del grupo.

Las comunidades chamí del departamento de Risaralda se encuentran organizadas al rededor del Consejo Regional Indígena de Risaralda -Crir-, con cabildos mayores y cabildos locales. En el Valle del Cauca los chamí han conformado sus cabildos bajo la coordinación de la Organización Indígena del Valle -Orivac-.

Reconocen la figura del cabildo como base de su organización política, hay cabildos mayores y cabildos menores los cuales se reúnen en asambleas cuando se deben tomar decisiones sobre el pueblo, sin embargo, también se reconocen a las autoridades tradicionales como líderes que establecen formas de control social.

Las organizaciones indígenas regionales también representan a los chamí según sea el departamento de ubicación, encontramos entre otras al Consejo Regional Indígena de Risaralda (CRIR), al CRIDEC (Consejo Regional Indígena de Caldas), a la ORIQUIN(Organización Indígena de Antioquía y a la Organización Regional Indígena del Quindío).

 

Fuente

 

Arango & Sánchez. (2004). Los pueblos indígenas de Colombia en el umbral del nuevo milenio: población, cultura y territorio: bases para el fortalecimiento social y económico de los pueblos indígenas. DNP.

Dane. 2005. Censo Nacional de Población. 

Embera Chamí.2010. Ministerio de Cultura República de Colombia.