“Voces de rechazo e indignación se toman los rincones del sur del país, tras conocerse el feminicidio de Deisy Marileidy Naucil Jacanamijoy, en el municipio de Santiago, Alto Putumayo.”

Tomada de: Turbaco Occidente

Deisy quien además pertenecía al Pueblo Inga, era madre de 3 hijos y según diferentes testimonios de organizaciones manifiestan que habría instaurado varias denuncias de maltrato por parte de su expareja sentimental.

Alertas tempranas que finalmente no fueron atendidas por la institucionalidad quienes irónicamente son defensoras de los derechos, y por el contrario se desencadenaría lo más grave luego de ser reportada como desaparecida el pasado 16 de febrero; sus familiares, las autoridades y la ciudadanía empezaron una búsqueda implacable en su nombre, en redes sociales incluso del representante a la Cámara por el Pacto Histórico, Andrés Cancimance, se reportó que Deisy fue vista por última vez en la vereda La Y, en Santiago, Putumayo.

Pese a la gran movilización que tuvo su caso, no hubo rastro alguno. Este domingo 19 de febrero autoridades confirmaron lo peor ya que encontraron su cuerpo sin vida en zona rural del municipio de Santiago.

A su vez Andrés Cancimance manifestó,  que el presunto homicida se entregó ante las autoridades indígenas. Sus familiares con profundo dolor en el corazón y miembros de la comunidad, exigen que este caso pase a la justicia ordinaria para así garantizar de manera rigurosa la ley, y se brinden medidas de protección a los menores que luego de vivir en un entorno de violencia intrafamiliar por su padre, hoy se enfrentan al doloroso vacío que deja la pérdida de su madre.

Cabe resaltar que según el Observatorio Colombiano de Feminicidios, el año 2022 cerró con una cifra de 612 feminicidios, se interpusieron 565 denuncias por este delito, de las que se calcula solo el 9% llegaron a una condena, y en lo que va del 2023 van al menos 10 casos.

La organización Tejedoras de Vida, también se unió a la ola de rechazo expresando que este acto de violencia es un hecho más que evidencia la poca garantía en la defensa de los derechos que tienen las mujeres en el Putumayo, y el silencio es más que un cómplice de las instituciones siendo ajenas a estos hechos de feminicidio y Violencias de Género que son una constante en el país.

Desde Autoridades Tradicionales Indígenas de Colombia, Gobierno Mayor exigimos condenar con todo el peso de la ley, al autor de este reprochable acto que enluta a los Pueblos Indígenas. No pueden seguir apagándose más vidas, nuestras mujeres merecen vivir seguras y sin miedos; las instituciones deberán adoptar medidas urgentes para salvaguardar sus vidas, el caso de Deisy es un feminicidio que no puede quedar en la impunidad.

 Nuestras más sentidas condolencias a su familia, hacemos homenaje a su vida y deseamos un buen retorno a las entrañas de nuestra Madre Tierra.